El reflejo de tu Interior

Ayer escuché, en una de esas Redes Sociales (de cuyo nombre me acuerdo perfectamente) donde gracias al logaritmo suele dar en el clavo en aquellas entrevistas que me agradan. Aunque a veces sólo se acerca, pero no, en esta ocasión dio en el clavo, hasta el punto de haber encontrado el próximo libro que voy a leerme (ya os contaré).

Hasta no hace mucho, aún me quedan reminiscencias, sentía cómo el mundo se estaba volviendo un poco loco, por decirlo elegantemente. Cómo fuera de mí se estaba librando una batalla y yo no sabía cómo intervenir. ¿Qué ocurre?, que aparece esa persona que te da el pensamiento oportuno para hacerte reflexionar, sobre todo porque te derrumba la idea que tenías del mundo.

“El mundo que vemos es un reflejo de nuestro Mundo Interior”, ¡toma ya! Todavía habría gente que te podría decir “me estás diciendo que es << culpa>> mía lo que está pasando”. Sinceramente no creo desde hace mucho en la culpabilidad, sino más bien en la responsabilidad, sobre todo de nuestros pensamientos, pero sigamos.

Ya Gandi nos indicó: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”, y realmente esta frase me ha resonado siempre mucho. Por eso mismo, cuando en un momento dado me centro en escuchar noticias (por supuesto no en la televisión) llega un momento en el que hago caso a los logaritmos para darme un baño de alta vibración y poder recordar quiénes somos y que estamos en un juego que a veces puede resultar devastador.

Todavía recuerdo en mi tierna infancia, 8 ó 9 años, cuando pensaba en “¿por qué estamos aquí?”. Me agobiaba muchísimo, porque de repente me veía en el ¿universo?, perdida y teniendo que decidir, como en una de esas historias que se pusieron de moda de “elige tu propia aventura”, donde elegías distintas historias.

Me daba la sensación de que elegir cada vez una aventura era como elegir cada vez una vida. Pero lo que más me agobiaba de todo era que yo pensaba, “pero si a mí no me gusta jugar, por qué habré elegido esto”. Entraba en un bucle mental en el que además lo aderezaba con un precioso dolor de cabeza. ¡Madre mía!

Pues en la actualidad me pasa algo similar, pero siendo consciente de que estoy en un juego, me guste o no, en el que no se trata de ganar, sino sólo de participar y experimentar. Seguramente este apartado de participar lo incluyo yo, para jugar más tranquilamente, porque si “tengo que ir a ganar”, me desmotivo y “dejo de participar”.

El juego de la Matrix

Es real que actualmente cuando me van sucediendo diferentes situaciones me paro, pero no tanto para reflexionar que era lo que antes hacía en demasía, sino más bien para hacerme presente y consciente de que por algún motivo estoy viviendo esa experiencia, aunque todavía me cuesta esa búsqueda (no sé si será primordial esta búsqueda, pero yo la llevo a cabo).

En esta Maya o Mundo ilusorio en el que nos encontramos, también llamado Matrix, hay unas normas o reglas que debemos seguir, pero no se trata de seguirlas al pie de la letra. Me explico, es teniendo en cuenta la típica expresión que usamos en España de «quien hace la ley, hace la trampa». No me refiero yo a que se incumplan las leyes, por favor, sino a que las conozcamos.

Si conocemos bien la legislación podremos saber dónde se encuentran sus límites, para así poder llegar a sus bordes, en aquellos campos que consideremos, precisamente para no rebasarlos.

Se trata precisamente de jugar nuestra partida con el mayor número de comodines posibles. Estos comodines son los que nos permiten vivir lo más libremente posible y poder tener la capacidad de tomar nuestras propias decisiones, sin salirnos de las reglas del juego.

Precisamente de este tema trataba el vídeo, de cómo bajar a tierra lo que se lleva tiempo tratando de transmitir desde la espiritualidad, qué acciones poder llevar a cabo para bordear las normas de la Matrix.

Pongamos ejemplos concretos, siempre que tengamos la opción de decidir sobre nuestra intimidad (evitar controles digitales, KYC, tarjetas electrónicas con nuestros datos sensibles, moneda electrónica, etc.), cojamos esas opciones.

A veces son muy visibles, pero no tenemos la costumbre de tomar esas opciones, se trata de comenzar a ponerlas en primer plano y acostumbrarnos a elegirlas y que formen parte de nuestro día a día.

    • El trueque o banco del tiempo
    • Cuidado personal y medicina alternativa
    • Creación de proyectos sociales y asociaciones, etc.

  • Esto es sólo un pequeño pellizco de muchas de las cosas que podemos hacer. Digo ‘muchas’, aunque sólo menciono tres puntos, porque llegar a tomar estas acciones de entrada, ya es mucho. Las personas que no estén acostumbradas (me incluyo en algunas), ya sólo comenzar a llevarlas a cabo en su vida, les puede costar mucho. Aseguro que se puede lograr, aunque las primeras veces cueste más, al final se llegar. Creo sinceramente que es algo que nos puede facilitar bastante la vida.

Los niveles del juego

Tenemos que empezar a trabajar por las cosas que no nos importen demasiado, los cambios que realizamos en nuestra propia vida, ya que eso no nos desgastará energéticamente si lo hacemos con esas cosas. Así podremos ir viendo si funcionan esos cambios que vayamos realizando.

Todavía recuerdo, con 19 ó 20 años, pero el recuerdo no es completo, ya que no sé a quién se lo dije ni las circunstancias. Estábamos hablando de religión y, la persona que me hablaba ‘no creía’ en dios (ahora podría indicarle con mi experiencia que no se preocupase, que “aunque ella no creyese en dios, dios sí creía en ella”).

Yo le indiqué que consideraba que sí existía ‘un dios’, del que todas las personas y seres salíamos como energía, y que finalmente volveríamos a él. Lo dije y lo borré de mi mente, porque me sentí muy osada, ya que si salíamos de ‘él’, éramos ÉL. Ahora estoy convencida de que esa era información que ya tenía en mi interior, pues por aquel entonces no leía ni escuchaba nada relacionado con esos temas.

También actualmente puedo decir que somos dioses creadores, pero que lo olvidamos al nacer, pero somos capaces de crear nuestras realidades y cuando creemos en ello y no lo mezclamos con miedos, somos capaces de vivir un mundo más placentero.

Cuando nos decimos, “madre mía, esto no para”, es porque no nos hacemos conscientes y todo lo que nos ocurre en este juego, nos parece difícil de superar. Pero en cualquier juego siempre se suben los niveles. Cuando de forma inicial no ocurre así, somos las propias personas las que solicitamos ‘subir el nivel’ para lograr una experiencia más apetecible.

Todos somos uno

Se trata de finalmente recordar, lo que llamamos normalmente despertar. Si salimos de un solo ser y volvemos a un solo ser, lógicamente será porque ‘todos somos uno’.

Aunque ‘no me gusten los juegos’ reconozco que en muchas ocasiones cuando subo el nivel y lo supero, la sensación es alucinante. Poco a poco voy metiendo la cabeza en nuevos espacios, para que mi juego sea más enriquecido, con mayor experiencia.

No sólo sería esa ‘subida de nivel’ mencionada, sino que si nos hacemos conscientes de quiénes somos y nuestro poder creador, uffff, podemos llegar hasta el infinito y más allá, como decimos en el Club: “CRYPTOBOOOOOOOOOOOM”.

Por este motivo cuando conocí CBC Business Club decidí entrar, ya que su vibración me resonó bastante y tenía claro que quería seguir subiendo de nivel para conseguir que los juegos me tentasen y terminar adorándolos. Además se sumaba la sensación de seguridad y, si todos somos uno, el acompañamiento que te pueden brindar llega a ser asombroso.

El Club unido por tu libertad financiera y personal

En el CBC Business Club cuentas con tu equipo, para aprender, motivarte, acompañarte, vivir experiencias y momentos inolvidables que recordarás para siempre y provocarán una transformación personal, profesional y financiera.

Agenda aquí una sesión estratégica privada de 1 hora para conocer en más detalles el club y ampliar información sobre cómo pagar menos impuestos legalmente y acumular fuentes de ingresos pasivos.

¿A qué esperas hoy a contactarnos y agendar tu sesión?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *