Hay momentos en la vida que se sienten como un giro inesperado, un golpe bajo que te toma por sorpresa y te hace reconsiderar cada decisión que alguna vez tomaste. Uno de estos momentos es cuando por razones de salud, te ves obligada a dejar el trabajo de tus sueños, ese que siempre soñaste como el ideal para toda tu vida y que, una vez que lo habías conseguido y veías que podías mantener tu vida soñada, te hacía sentir satisfecha.
Ese fue mi caso, yo misma me encontré en esta encrucijada, y hoy te comparto parte de esa travesía, que con algún que otro obstáculo, también ha sido un constante aprendizaje. Esa situación que me ha llevado, sin buscarlo a mi libertad financiera.
Ese momento en que la salud te hace abandonar el trabajo de tus sueños
Era difícil imaginar que después de tantos años de estudiar, prepararme y soñar, finalmente había conseguido el trabajo que tanto deseaba.
La salud comenzó a fallar y llegó un punto en el que ya tuve que escucharme, me vi frente a una decisión que nunca pensé que tendría que tomar: dejar el trabajo de mis sueños.
Una etapa de pensar, de sentir y de discernir

Aquí comienza una nueva etapa, un capítulo que nunca pensé escribir. Lo primero fue cuidar de mi salud, atender las necesidades de mi cuerpo y mente, y permitirme sanar completamente.
Este tiempo me permitió reflexionar sobre muchas cosas, especialmente sobre cómo definimos el éxito, la felicidad y, en especial, la libertad.
La búsqueda de alternativas
Fue un camino de autoconocimiento, de descubrir y en este descubrimiento encontré nuevas maneras de contribuir y de sentirme realizada.
En este camino aparecieron opciones como por ejemplo diferentes maneras de generar ingresos de forma flexible y sostenible. Mi búsqueda me llevó a descubrir el concepto de negocios conscientes, aquellos que generan un impacto positivo en la sociedad y el ambiente.
Fue entonces cuando encontré el Club, una comunidad de personas que comparten una visión similar: construir un futuro más sostenible y justo, un grupo de personas dispuestas a apoyarse mutuamente, a compartir conocimientos y recursos, y a crecer juntas.
Ahora, cada día siento que contribuyo a construir un mundo mejor, mientras aseguro mi libertad financiera.
La libertad financiera como viaje

Es importante mencionar que mi camino hacia la libertad financiera no fue instantáneo.
Requirió de paciencia, perseverancia y una buena dosis de valentía para enfrentar los momentos difíciles. Sin embargo, en el CBC Business Club aprendí que la libertad financiera no se trata solo de acumular riqueza, sino de crear una vida que tenga sentido, una vida que refleje nuestros valores más profundos y nuestras pasiones.
Una invitación abierta
Hoy me sorprendo del camino recorrido. La situación que en un momento pareció ser un callejón sin salida se transformó en la puerta hacia un viaje de crecimiento personal y profesional.
Mi participación en el club no solo me ha brindado la libertad financiera que ansiaba, que también me ha permitido formar parte de algo más grande que yo misma, una comunidad de almas valientes dispuestas a cambiar el mundo con pequeños pero significativos pasos.
Así, invito a quien lea estas líneas a no perder la esperanza, a buscar su comunidad, y a creer en la posibilidad de una vida plena y rica en significado, sin importar los obstáculos que puedan aparecer.
En el CBC Business Club cuentas con tu equipo, para continuar con tu aprendizaje, motivarte, acompañarte, vivir experiencias y momentos inolvidables que recordarás para siempre y provocarán una transformación personal, profesional y financiera.
Agenda aquí sin coste una sesión estratégica privada de 1 hora para conocer en más detalle el club y ampliar información sobre cómo vivir la vida que siempre has querido tener para ti y tus seres queridos.